El cobre se conoce como un buen conductor de energía y ayuda a equilibrar nuestras energías receptivas y proyectivas. Permite atraer la buena suerte y se considera un mineral que aporta gran energía, agilidad mental y ayuda a mejorar los campos magnéticos. Asimismo, equilibra las polaridades de nuestro cuerpo, eliminando los bloqueos y angustias que son los responsables de las enfermedades o desequilibrios. Proporciona una conexión armónica entre los cuerpos físico y astral, y también puede alinear los cuerpos sutiles. Además, ayuda a combatir la fatiga, la inquietud y la no aceptación de uno mismo.
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